Miren que al presente vemos como en un mal espejo
Miren que al presente vemos como en un mal espejo y en forma confusa, pero entonces será cara a cara (1 Corintios 13:12). Cara a cara ¿con qué? Con tu propio Ser Crístico. ¿Qué contemplarás por un momento? Tu propia perfección ¿por qué? Por que tú eras tu propia partícula de oscuridad. Ahora te has convertido en tu propia onda de Amor. Al mirarte por primera vez a ti mismo en este espejo de luz y vida -eso es el mundo real- cuando te miras por primera vez en ese espejo, es muy aterrador. Todos esos pensamientos de miedo, que en realidad, son parte de tu mente, debes y les es permitido reasociarse bajo la nueva luz. Por un instante verás esa bella faz, y luego ésta se disolverá en la fealdad de tu mente. Esta es la práctica de Un Curso de Milagros, porque, realmente, estás mirando a un espejo oscuro. Tiene manchas de formas; viejas memorias que dentro tu mente habías proyectado. Al perfeccionar tu holograma, un extraño entra en él y lo ataca y lo destruye. Te olvidaste que él es parte de tu propia mente. Te defendiste dentro de tu propio espejo oscuro. Deja de hacer eso. Deja que tu espejo sea un reflejo radiante del Hijo de Dios que es el ser Crístico de tu cuerpo en su re-asociación nueva de la certeza de tu regreso del tiempo a la eternidad.
Amor. La suma total y la substancia de la Realidad Eterna