Sin Futuro, Sin Miedo
Al otro lado del puente se encuentra tu compleción, pues estarás completamente en Dios, sin querer nada en especial, excepto ser exactamente como Él, y mediante tu compleción le brindarás a Él la Suya. No tengas miedo de cruzar el puente y entrar a la morada de la paz y de la perfecta santidad. Sólo ahí está establecida para siempre la compleción de Dios y la de Su Hijo. No busques esto en el desolado mundo de las ilusiones, donde nada es seguro y todo te deja insatisfecho. En el Nombre de Dios, estáte completamente dispuesto a abandonar todas las ilusiones. En cualquier relación en la que estés totalmente dispuesto a aceptar la compleción y sólo la compleción, ahí Dios se completa, y Su Hijo junto con Él.
Cap. 16 S. IV