El Perdón te lo ofrece todo
Al arca de la paz se entra de dos en dos. Sin embargo, el comienzo de otro mundo los acompaña. Toda relación santa tiene que entrar aquí para aprender la función especial que le corresponde desempeñar en el plan del Espíritu Santo ahora que comparte Su propósito … Este es el propósito que se te encomendó. No pienses que perdonar a tu hermano os beneficia sólo a vosotros dos. Pues el nuevo mundo en su totalidad descansa en las manos de cada dos seres que entran allí a descansar. Y mientras descansan, la faz de Cristo refulge sobre ellos, y ellos recuerdan las leyes de Dios, olvidándose de todo lo demás y anhelando únicamente que Sus leyes se cumplan perfectamente en ellos y en todos sus hermanos.
Una vez que aceptes Su plan como la única función que quieres desempeñar, no habrá nada de lo que el Espíritu Santo no se haga cargo por ti sin ningún esfuerzo por tu parte. El irá delante de ti despejando el camino, y no dejará escollos en los que puedas tropezar ni obstáculos que pudiesen obstruir tu paso. Se te dará todo lo que necesites, Toda aparente dificultad simplemente se desvanecerá antes de que llegues a ella. No tienes que preocuparte de nada, sino, más bien, desentenderte de todo, salvo del único propósito que quieres alcanzar. La promesa de Dios se mantendrá firme contra todo obstáculo, pues descansa sobre la certeza, no sobre la contingencia. Descansa en ti. ¿Y qué puede haber que goce de más certeza que un Hijo de Dios?
(Cap 20, Secc 4 La entrada al arca)