Un Instante Cuántico
Cuando lo único que desees sea amor no verás nada más. La naturaleza contradictoria de los testigos que percibes es sencillamente el reflejo de tus invitaciones conflictivas. Has mirado en tu mente y has aceptado que en ella hay oposición al haberla buscado allí. Mas no creas entonces que los testigos de la oposición son verdaderos, ya que ellos sólo dan testimonio de tu decisión acerca de la realidad, y te devuelven los mensajes que tú les diste. El amor, asimismo, se reconoce por sus mensajeros. Si manifiestas amor, sus mensajeros vendrán a ti porque los invitaste.
El poder de decisión es la única libertad que te queda como prisionero de este mundo. Puedes decidir ver el mundo correctamente. Lo que hiciste de él no es su realidad, pues su realidad es sólo la que tú le confieres. No puedes realmente darle a nada ni a nadie nada que no sea amor, ni tampoco puedes realmente recibir de ellos nada que no sea amor. Si crees que has recibido cualquier otra cosa, es porque miraste dentro de ti y creíste haber visto ahí la capacidad de poder dar otra cosa. Esa decisión fue la que determinó lo que encontraste, pues fue la decisión que determinó lo que tenías que buscar.
Tienes miedo de mí porque miraste dentro de ti y lo que viste te dio miedo. Pero lo que viste no pudo haber sido la realidad, pues la realidad de tu mente es lo más bello de todas las creaciones de Dios. Puesto que procede únicamente de Dios, su poder y grandeza sólo habrían podido brindarte paz, si realmente la hubieses contemplado. Si tienes miedo es porque viste algo que no estaba allí. Sin embargo, en ese mismo lugar pudiste haberme visto a mi y a todos tus hermanos, en la perfecta seguridad de la Mente que nos creó a todos. Pues nos encontramos ahí, en la paz del Padre, cuya Voluntad es extender Su paz a través de ti.
Cuando hayas aceptado tu misión de extender paz hallarás paz, pues al manifestarla la verás. Sus santos testigos te rodearán porque los invocaste, y ellos vendrán a ti. He oído tu llamada y la he contestado, pero no has querido verme ni oír la respuesta que buscabas. Ello se debe a que eso no es todavía lo único que deseas. Sin embargo, a medida que yo me haga más real para ti, te darás cuenta de que, en efecto, eso es lo único que deseas. Y cuando mires dentro de ti me verás, y juntos contemplaremos el mundo real. A través de los ojos de Cristo, sólo el mundo real existe y es lo único que se puede ver. Tu decisión determinará lo que veas. Y lo que veas dará testimonio de tu decisión.
Capitulo 12 S.VII.