El problema siempre estará resuelto
porque el problema no existe
Estás aprendiendo entonces, una nueva forma de pensar.
¿No es cierto humanos, acerca de ustedes y de todo lo de este mundo? ¡Sí! ¿Es eso lo que está pasando con sus mentes? ¡SÌ! No es una definición de no juzgar, ¿es, literalmente, un momento, un Instante Santo, en el que no tratas de comparar las asociaciones previas con las asociaciones presentes? ¡Sí! ¡Es así de simple!
Así que, lo falso es cualquier determinación que uno haga acerca del progreso o de una acumulación de preceptos auto concebidos. Esta es toda la enseñanza de Un Curso de Milagros. Tú ya estás en casa en el Cielo. Toma en cuenta que esto te permite la idea de que “puedes haber no estado, por sólo un momento”. Ese es el momento en que se declarará que “realmente nunca lo abandonaste”. ¿Cuál es verdad? Ambas, por supuesto. La cuestión no es esa. La cuestión es, ¿quién eres tú y donde estás ahora? Te estoy diciendo que todo está en tu propia mente. Esto es lo que ahora estás encontrando muy emocionante.
Pero el reconocimiento de que “no hay nada fuera de tí” representa el requisito del perdón de tu hermano, casi literalmente, porque supone la aceptación de que la forma de su cuerpo es una proyección de tu mente. ¡Que eres su causa! Si eres realmente su causa, la necesidad de perdonarlo tiene que encontrarse dentro de las asociaciones perceptuales, obviamente.
Si eres su causa, eres la causa de su pecado, su enfermedad y su muerte.
Y lo que haces a otros, te lo haces a ti mismo.
Como siembras, cosechas.
Estas son las afirmaciones representativas del Sermón del Monte y su aceptación y practica es lo que el Sermón del Monte propone.
El perdón es necesario solo porque crees que el pecado es decir, la separación de Dios es posible y que tienes una elección al respecto. En la necesidad de perdonar, justificas la posibilidad de escoger. Debemos entonces admitirte la posibilidad de escoger, a pesar de que no es verdad. Estoy enseñando directamente desde la certeza de mi propia realidad total singular que ha evolucionado a través de una transformación
milagrosa.
Que puedas elegir estar separado de Dios, quien es todo lo que es, no es cierto. Esa no es una posibilidad verdadera. En consecuencia, ninguna elección perceptual lo es tampoco. ¿Lo entiendes?
Todas las elecciones existen sólo para “verificar la separación” o para “mantener en pie el único problema que hay”, que es lo que la separación es.
Un problema: Separación.
Una solución: Reunión.
Si tú nunca tratas de resolver el problema de quién eres, el problema siempre estará resuelto porque el problema no existe. Cualquier intento de resolver problemas sobre ti mismo o de este mundo tiene que estar contenido dentro de la asociación de tus definiciones de tu propia conciencia del yo.
La paradoja de la vida eterna