Se te ha dado todo en el Cielo y en la Tierra
Padre, fui creado en Tu Mente, como un Pensamiento santo que nunca abandonó su hogar. He de ser por siempre Tu Efecto, y Tú por siempre y para siempre, mi Causa. Sigo siendo tal como Tú me creaste. Todavía me encuentro allí donde me pusiste. Y todos Tus atributos se encuentran en mí, pues Tu Voluntad fue tener un Hijo tan semejante a su Causa, que Causa y Efecto fuesen indistinguibles. Que tome conciencia de que soy un Efecto Tuyo y de que, por consiguiente, poseo el mismo poder de crear que Tú. Y así como es en el Cielo, sea en la tierra. Sigo Tu plan aquí, y sé que al final congregarás a todos Tus Efectos en el plácido Remanso de Tu Amor, donde la tierra desaparecerá y todos los pensamientos separados se unirán llenos de gloria como el Hijo de Dios.
Chicos, escuchénme. Esta oración contiene muchas aseveraciones. Es la admisión de la separación. Incluye un compromiso de tu mente. ¿Cómo diablos puedes entender esto sin hacer la declaración? Los tiempos gramaticales están mezclados. Se habla de él, del Padre y de ti. ¿Qué diferencia pudiera haber si tu mente es la mente de Dios? No podría haber ninguna diferencia.
Entonces, ¿qué haces? ¿Te pones a analizar la oración? ¿Te pones a estudiar la relación que hay entre tu propia mente y la sencilla admisión de habérsete dado todo el poder en el Cielo y la tierra? A mí no me preocupa en absoluto lo que tú llames tierra o Cielo. ¿Por qué habría de preocuparme? Tienes todo el poder. El punto clave sobre la salvación que has descubierto es que no existe un adversario. Esa es la verdad del caso. No hay nada que se oponga a Dios. Como tú eres la creación perfecta de Dios, nada se opone a ti. Lo que aparentemente se opone no es real. Lo repito: lo que parece estar en oposición es tan irreal como aquello a lo que se opone. En esto radica tu salvación.
Jesús dice: “Estoy siempre contigo” ¿Es verdad eso? ¿Por qué está él contigo siempre? Porque no hay ningún otro lugar. No hay ningún otro tiempo. Entonces tú dices, “No quiero que él esté aquí”. No importa, él sigue estando ahí. Tú dices, “Quiero decidir por mi cuenta”. Dale, hazlo. Ahí tienes una pequeña voluntad personal, para aquellos de ustedes que continúan ejerciendo una pequeña voluntad individual. “Mejor lo hago por mi cuenta”. Veo el resultado de lo que haces. Toda la oposición a la realidad puede convertirse en la realidad, esto ocurre muy rápido, debido a que ocurre en tu mente. Todo lo que tienes que hacer es decidir que prefieres estar vivo en el Cielo en vez de aquí. Parece muy simple. No hay nada que escudriñar. Debes negar la negación. Tienes que decir “No, esto no”. Es así de sencillo. ¿Es así de fácil? Sin entrar en cómo es que funciona, tendría que haber la necesidad de una alternativa que no viniera de este mundo, ¿es así? La mente que continua gratificándose con la relación de causa y efecto no puede escuchar este mensaje porque está diseñada de tal manera que no puede escuchar que es perfecta. De esto es de lo que se trata.
Estoy contigo siempre. Bienaventurados son los que tienen hambre y sed de justicia porque ellos serán saciados. Se trata de un hambre y una sed continua que nunca se libera. Aquellos de ustedes que están aquí sentados conmigo ahora entienden que cuando uno descubre esta alternativa uno va a continuar buscándola. Van a buscarla en su propia mente porque es la verdad. La verdad del caso es que tú sabes que esto es el infierno. Tan solo tienes que mirar a tu alrededor. La verdad del caso es que tú estás buscando una alternativa a esto. La salvación es la certeza de saber que no hay una alternativa a esto, que meramente estás en tu propio sueño de muerte y que nada de esto es verdad. Esto es lo que estás descubriendo.
Del libro “Timeless Voice of Resurrected Mind” Cap. 6 “Jesus is Speaking to You”