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La presencia de la Mente Crística

Compartiendo nuestra verdadera identidad con Jesús

Estamos felices de volver a verte enfocado en tu descubrimiento de la presencia de la Mente Crística a tu lado en este momento y lugar, no como algo que ocurrió hace dos mil años, ni la semana pasada. Éste es un Curso de Milagros del salvador de este mundo, Jesucristo, quien nos da una señal de la capacidad inmediata que tienes en un reconocimiento continuo de ti mismo, de poder realizar actos de conversión dentro de la forma de luz la cual manifiesta ideas de correspondencia relacionadas con el cuerpo, que van a, ¿qué es lo que dice nuestro salvador Jesús? “Curar los enfermos y resucitar los muertos”.

La declaración que te estoy ofreciendo en mi descubrimiento de quién soy, la cual me llegó por medio de la mente de Jesús recordándome según me advirtió en las Escrituras, y que tal vez a ti te parezca ser de hace dos mil años durante su corta estadía en el tiempo, y quiero que lo repitas conmigo, es “Todo poder se me ha dado en el Cielo y en la Tierra”. Todo lo que se requiere para lo que te estoy ofreciendo es la aceptación de la necesidad fundamental de la admisión de la presencia de Jesús con nosotros ahora, aquí en este momento.

¿Lo miramos juntos sólo por un momento? Están comenzando a surgir alrededor del mundo demostraciones de conversiones de la forma corporal que anteriormente representaban la idea categórica de tú estar confinado a ese cuerpo. Todo el mensaje de nuestro Salvador Jesús, y tu disposición a aceptarlo, depende de la simple admisión de que éste sea el momento y el lugar en el que fuera realizado. Y se realizará en tu mente.

Ahora, tenemos aquí cierta evidencia de una comunicación que está llevándose a cabo, porque has hecho una concesión al decidir ver este video. Has recibido noticias acerca de ese tipo viejo, de que esa vieja ocupación de cuerpo estaba comenzando a realizar, incluso en este video, milagros, con informes llegando de todas partes donde los hubiera, indicando que estaban ocurriendo casos de re-identidad. Mira esto conmigo. Esto viene de nuestro Salvador Jesús. Lo que nos estamos ofreciendo es nuestra verdadera identidad. Díganme: “Yo soy íntegro y perfecto tal como fui creado.” ¿Dijiste eso? Sí, ahí ves, ¿qué fue eso? Eso fue una idea. Dime: “Tengo una idea. Creo que voy a escuchar sólo por un momento lo que este maestro de Dios me está diciendo y voy a aceptar el proceso de que yo pudiera ser íntegro y perfecto tal como fui creado”. No hay duda de que la evidencia en las Escrituras acerca de Jesucristo es que eso en efecto es un hecho, junto a la convicción de habérsete dado todo el poder para sanar los enfermos y resucitar los muertos, ¿no es así?


El reconocimiento que compartimos de la verdad de lo que somos, por medio de su mente, por medio de la luz de su mente, su cuerpo y su espíritu, representan una conversión instantánea de las formas de nuestra previa falsa identidad. Finalmente ha llegado el tiempo y espacio, tal como siempre ha sido, en el que el mensaje del Nuevo Testamento del hombre resucitado, Jesús, entra en este continuo de tiempo y es imposible si estás viendo este video que no seas una parte del proceso de sanación.

Todo ya ha ocurrido antes. Esta es una revisión de lo que ya ocurrió. Ésta es la aceptación de la realización fundamental de que toda la continuidad del espacio/tiempo se está llevando a cabo en este momento y en este lugar y está ocurriendo en tu mente. Pero el yo que reconoces en tu propia mente es el yo de Adán, el yo de la separación, el del cuerpo. Las instrucciones de nuestro Salvador nos indican que junto a ti se encuentran la luz y el amor de Jesús, quien ha estado contigo desde el incidente en el que entraste en el tiempo, en una declaración de independencia aparente en una forma de luz de toda la realidad creativa de la mente universal. Por lo tanto, las enseñanzas de Jesús y todo lo que las Escrituras realmente dicen es: “Estoy aquí ahora contigo, me quedaré contigo completando este proceso”.


Has estado caminando en este continuo de tiempo por mucho tiempo, buscando una solución que no está entre las particularidades del episodio de tiempo que estás representando. Tenemos la intención de mirar un poco más las Sagradas Escrituras. Empecé con Juan y se lo prometí a Jesús, tuve una larga conversación con él esta mañana.

¿Hablas con Jesús? ¿Te gustaría intentarlo? ¿Está Jesús en tu mente? Di: “Jesús está en mi mente”. ¿Te gustaría compartir otra cosa conmigo? Jesús también está en el espacio que ocupo, a pesar de que mi cuerpo parezca estar separado. ¿Por qué? Él resucitó. Él está representando la totalidad de un cuerpo íntegro, momentáneamente en el tiempo, en la realización de una convergencia de la forma de luz que te estoy ofreciendo. Esto es lo que es la sanación. Guau, ¿viste eso? ¿Qué le pasó a ese tumor? Guau, desapareció.

Hay sanadores cristianos en el mundo que proclaman ser capaces de sanar a los enfermos y resucitar a los muertos por medio de la mente de Jesucristo y del Espíritu Santo -eso fue una demostración de ello. ¿Te gustaría que eso fuera cierto? Entonces, ¿por qué no permites que sea cierto? El ofrecimiento que te hago con mi mente y mi corazón no requiere los detalles de las circunstancias que representan lo que crees que soy o lo que crees que eres. Si la identidad de nuestro salvador Jesús en su totalidad, y te aseguro que es total, representa nuestro momento de separación, por qué no permitir que su luz, ahí está, la luz de esa revelación de tu realización, entre a las particularidades de lo que previamente representaba esta forma corporal.


Es importante que recuerdes que las enseñanzas fundamentales de Jesús dirigen tu atención hacia la certeza de que no hay nada fuera de ti. Si revisamos Mateo, capítulo 5, en el sermón de la montaña, Jesús te recuerda la necesidad de perdonar las proyecciones provenientes de tu propia mente, las cuales utilizas para representar el resentimiento, el dolor y la soledad que mantienes contra este mundo.

Esto viene directamente de Jesús, escúchame atentamente, esto es importante: no hay absolutamente ninguna posibilidad dentro de este conflictivo continuo de tiempo de que tú al menos no admitas una dependencia fundamental de una alternativa, basada en tu indefensión, basada en un momento de irte al silencio y permitir que lo que pensabas era tu enemigo comparta el amor que estamos expresando juntos por medio de la mente de Cristo.

Mira conmigo ahora, su consejo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón. Dime: "Voy a amar a mi Creador con todo mi corazón." Sí. Puesto que tu creador representa todo, lo que me estás diciendo realmente es, "Voy a amar todo". Voy a sentir la pasión de la dicha de la conversión de mi mente que se me ofrece ahora a la luz de esta idea del proceso de sanación, con todo mi corazón, implicando en la comprensión de su mensaje que amaré con toda mi mente. De repente, me resulta razonable una expresión de amor incondicional, al no estar limitado por el conflicto del resentimiento que sufro para expresar odio hacia mi hermano, o de hecho hacia Dios; Con toda mi alma; Voy a amar a mi Señor, con toda mi alma, que es lo que soy. Soy una apasionada realización de lo que soy en todo el universo en cualquier tiempo y espacio.

Recuerda nuestra enseñanza para el programa de hoy, que mi ser representa toda la mente universal. Entonces, voy a amar al Señor mi Dios con mi corazón, mi mente y mi alma, y ahora el elemento crucial: a mi prójimo como a mí mismo. No a mi enemigo, no a mi amigo, no a alguien que tengo que determinar si me gusta o no, sino a mi prójimo. Esto es una indicación de que cualquier persona que esté a tu lado en la imagen de ti mismo está realmente representando a Jesús.

Toda su enseñanza acerca de la salvación indica que el hermano que previamente representaste en la negación de tu perfección puede mostrarte la alternativa en este momento. ¿Dónde se encuentra tu prójimo? A tu lado. ¿Quién es tu prójimo? El Cristo en ti.

Qué manera tan encantadora de mirarlo, si estás en la circunferencia del espacio/tiempo la cual fue un colapso momentáneo de una caída a una localización en el tiempo que ha hecho que no te sea posible ver toda tu configuración creativa por medio del uso de definiciones de tu forma limitada que te condenan a un reflejo de oscuridad que hasta ahora te representaba.

Sí, tú mismo eres tu prójimo. No hay nada fuera de ti. Lo que has aprendido en esta última hora, espero, es que al entrar a esta situación traíste contigo todas las ideas que tienes acerca de ti como cuerpo, pero es imposible que no trajeras también todo lo que te ha ocurrido desde el principio y el final del tiempo. De manera que en la Segunda Venida de Jesús, la cual representamos ahora, podemos ver que el tiempo está a punto de terminarse, que has llegado a un momento y lugar donde la sanación de tu mente y tu corazón, por medio del perdón de tu prójimo puede mostrarnos el amor que compartimos con la mente eterna de Dios.

Fragmentos de:
Mi corazón es el camino, mi mente es la verdad, y yo mismo soy mi prójimo - Episodio I
con el Maestro de maestros de Un Curso de Milagros

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