Los maestros de Dios han salido a dar servicio alrededor del mundo. Ayudan a los individuos, los grupos y organizaciones diversas y variadas a incrementar y facilitar la transformación de una existencia temporal que llamamos “ser humano” hacia la propia realidad íntegra de vida eterna.

Por fin los seres humanos tienen la posibilidad de reunirse teniendo como único propósito el llevar a cabo la transformación personal de su identidad individual y llegar a la Mente universal. Ciertamente en todas partes hay estudiantes de Un Curso de Milagros comenzando a tener discernimientos luminosos y novedosos de la Gracia de Dios por medio de los principios presentados en el Curso y la práctica de estos.

Recuerda que a estos maestros no les preocupan en absoluto las restricciones humanas aparentes provenientes de doctrinas filosóficas, psicológicas o religiosas ni las credenciales profesionales, sociales o fraternales que resultan de metas mundanas o algún tipo de logro. Ellos se enfocan únicamente en la transformación completamente personal e individual.

La resurrección de la mente no es un análisis razonable ni una especulación acerca de su posibilidad.

Es solamente el reconocimiento de un evento singular que ocurre de momento. De hecho, cada día resulta más evidente y emocionante el percatarse de que es inevitable el fin de todo este continuo.