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Más allá del cuerpo, del sol y de las estrellas; más allá de todo lo que ves, y, sin embargo, en cierta forma familiar para ti, hay un arco de luz dorada que al contemplarlo se extiende hasta volverse un círculo enorme y luminoso. El círculo se llena de luz ante tus ojos. Sus bordes desaparecen, y lo que había dentro deja de estar contenido. La luz se expande y envuelve todo, extendiéndose hasta el infinito y brillando eternamente sin interrupciones ni limites de ninguna clase. Dentro de ella todo está unido en una continuidad perfecta. Es imposible imaginar que pueda haber algo que no esté dentro de ella, pues no hay lugar del que esta luz esté ausente.
Cap.21 S.1
Diciembre 1
Espíritu soy, un santo Hijo de Dios; libre de toda limitación, a salvo, sano y pleno, libre para perdonar y libre para salvar al mundo. Volvemos a declarar la verdad acerca de tu Ser, el santo Hijo de Dios que mora en ti, a Cuya mente le ha sido restituida la cordura. Tú eres el espíritu que ha sido amorosamente dotado de todo el Amor, la paz y la dicha de tu Padre. Tú eres el espíritu que completa a Dios Mismo y que comparte con Él Su función de Creador. El está siempre contigo, tal como tú estás con Él.
L.97
Diciembre 2
Tal vez te preguntes cómo vas a poder estar en paz si, mientras estés en el tiempo, aún queda tanto por hacer antes de que el camino que lleva a la paz esté libre y despejado. Quizá te parezca que esto es imposible. Pero pregúntate si es posible que Dios hubiese podido elaborar un plan para tu salvación que pudiese fracasar. Una vez que aceptes Su plan como la única función que quieres desempeñar, no habrá nada de lo que el Espíritu Santo no se haga cargo por ti sin ningún esfuerzo por tu parte. Él irá delante de ti despejando el camino, y no dejará escollos en los que puedas tropezar ni obstáculos que pudiesen obstruir tu paso. Se te dará todo lo que necesites. Toda aparente dificultad simplemente se desvanecerá antes de que llegues a ella. No tienes que preocuparte por nada, sino, más bien, desentenderte de todo, salvo del único propósito que quieres alcanzar. De la misma manera en que éste te fue dado, asimismo su consecución se llevará a cabo por ti. La promesa de Dios se mantendrá firme contra todo obstáculo, pues descansa sobre la certeza, no sobre la contingencia. Descansa en ti. ¿Y que puede haber que goce de más certeza que un Hijo de Dios?
Cap.20 S.4
Diciembre 3
Levanta la mirada y contempla Su Palabra entre las estrellas, donde Él ha escrito tu nombre junto con el Suyo. Levanta la mirada y halla tu infalible destino que el mundo quiere ocultar, pero que Dios quiere que veas. Esperemos aquí en silencio, y arrodillémonos un instante en agradecimiento hacia Aquel que nos llamó y nos ayudó a oír Su Llamada. y luego levantémonos y recorramos con fe el camino que nos conduce a Él. Ahora estamos seguros de que no caminamos solos. Pues Dios está aquí, y con Él todos nuestros hermanos. Ahora sabemos que jamás volveremos a extraviarnos. El canto que sólo se había interrumpido por un instante se vuelve a oír, si bien parece como si nunca antes se hubiese entonado. Lo que aquí ha empezado ganará fuerza, vida y esperanza, hasta que el mundo se detenga por un instante y olvide todo lo que el sueño de pecado hizo de él.
Salgamos al encuentro de ese mundo recién nacido, sabiendo que Cristo ha renacido en él y que la bendición de su renacimiento perdurará para siempre. Habíamos perdido el rumbo, pero Él lo ha encontrado por nosotros. Démosle la bienvenida a Aquel que regresa a nosotros para celebrar la salvación y el fin de todo lo que creíamos haber hecho. El lucero del alba de este nuevo día contempla un mundo diferente en el que se le da la bienvenida a Dios, y a Su Hijo junto con Él. Nosotros que le completamos, le damos las gracias, tal como Él nos las da a nosotros. El Hijo reposa, y en la quietud que Dios le dio, entra en su hogar y por fin está en paz.
Epilogo
Diciembre 4
Eres abosulutamente encantadora.
Un perfecto rayo de pura luz.
Ante tu encanto las estrellas se quedan pasmadas y se inclinan al poder de tu voluntad.
Urtext.
Diciembre 5
Nosotros, los Hijos de Dios, somos la creación. Parecemos estar, separados y no ser conscientes de nuestra eterna unidad con Él. Sin embargo, tras todas nuestras dudas y más allá de todos nuestros temores, todavía hay certeza pues el Amor jamás abandona Sus Pensamientos, y ellos comparten Su certeza. El recuerdo de Dios se encuentra en nuestras mentes santas, que son conscientes de su unicidad y de su unión con su Creador. Que nuestra función sea únicamente permitir el retorno de este recuerdo y que Su Voluntad se haga en la tierra, así como que se nos restituya nuestra cordura y ser solamente tal como Dios nos creó.
¿Qué es la creación?
Diciembre 6
Tú eres el medio para llegar a Dios; no estás separado ni tienes una vida aparte de la Suya. Su Vida se pone de manifiesto en ti que eres Su Hijo. Cada uno de Sus aspectos está enmarcado en santidad y pureza perfectas, y en un amor celestial tan absoluto que sólo anhela liberar todo lo que contempla para que se una a él. Su resplandor brilla a través de cada cuerpo que contempla, y lleva toda la obscuridad de éstos ante la luz al mirar simplemente más allá de ella hacia la luz. El velo se descorre mediante su ternura y nada oculta la faz de Cristo de los que la contemplan. Tu hermano y tú os encontráis ante Él ahora, para dejar que Él descorra el velo que parece manteneros separados y aparte.
Puesto que crees estar separado, el Cielo se presenta ante ti como algo separado también. No es que lo esté realmente, sino que se presenta así a fin de que el vínculo que se te ha dado para que te unas a la verdad pueda llegar hasta ti a través de lo que entiendes. El Padre, el Hijo y el Espíritu Santo son Uno, de la misma manera en que todos tus hermanos están unidos en la verdad cual uno. Cristo y Su Padre jamás han estado separados, Cristo mora en tu entendimiento, en aquella parte de ti que comparte la Voluntad de Su Padre. El Espíritu Santo es el vínculo entre la otra parte - el demente y absurdo deseo de estar separado, de ser diferente y especial - y el Cristo, para hacer que la unicidad* le resulte clara a lo que es realmente uno. En este mundo esto no se entiende, pero se puede enseñar.
Cap.25 S.I
Diciembre 7
Tú que creías que el Juicio Final de Dios condenaría al mundo al infierno junto contigo, acepta esta santa verdad: el Juicio de Dios es el regalo de la Corrección que le concedió a todos tus errores. Dicha Corrección te libera de ellos y de todos los efectos que parecían tener. Tener miedo de la gracia redentora de Dios es tener miedo de liberarse totalmente del sufrimiento, del retorno a la paz, de la seguridad y la felicidad, así como de tu unión con tu propia Identidad. No tengas miedo del amor, Pues sólo él puede sanar todo pesar, enjugar todas las lágrimas y despertar tiernamente de su sueño de dolor al Hijo que Dios reconoce como Suyo. No tengas miedo de eso. La salvación te pide que le des la bienvenida. Y el mundo espera tu grata aceptación de ella, gracias a lo cual él se liberará.
Este es el juicio Final de Dios: "Tú sigues siendo Mi santo Hijo, por siempre inocente, por siempre amoroso y por siempre amado, tan ilimitado como tu Creador, absolutamente inmutable y por siempre inmaculado. Despierta, pues, y regresa a Mi. Yo Soy tu Padre y tú eres Mi Hijo".
¿Qué es el Juicio Final?
Diciembre 8
Mi verdadera Identidad es tan invulnerable, tan sublime e inocente, tan gloriosa y espléndida y tan absolutamente benéfica y libre de culpa, que el Cielo la contempla para que ella lo ilumine. Ella ilumina también al mundo. Mi verdadera Identidad es el regalo que mi Padre me hizo y el que yo a mi vez le hago al mundo. No hay otro regalo, salvo éste, que se puede dar o recibir. Mi verdadera identidad y sólo Ella es la realidad. Es el final de las ilusiones. Es la verdad. L.224
Diciembre 9
Hay un lugar en ti en el que este mundo en su totalidad ha sido olvidado, y en el que no quedan memorias de pecado ni de ilusiones. Hay un lugar en ti donde el tiempo ha desaparecido y donde se oyen ecos de la eternidad. Hay un lugar de descanso donde el silencio es tan absoluto que no se oye ningún sonido, excepto un himno que se eleva hasta el Cielo para brindar júbilo a Dios el Padre y al Hijo. Allí donde Ambos moran, allí Ambos son recordados. Y allí donde Ambos están, allí se encuentran el Cielo y la paz.
Cap. 29 S.V
Diciembre 10
¡Alegrémonos de poder caminar por el mundo y de tener tantas oportunidades de percibir nuevas situaciones donde el regalo de Dios se puede reconocer nuevamente como nuestro! Y de esta manera, todo vestigio de infierno, así como los pecados secretos y odios ocultos, desaparecerán. Y toda la hermosura que ocultaban aparecerá ante nuestros ojos cual prados celestiales, que nos elevarán más allá de los tortuosos senderos por los que viajábamos antes de que apareciese EL Cristo. Oídme, hermanos míos, oídme y uníos a mí. Dios ha decretado que ya no pueda llamaros en vano, y en su certeza, yo descanso en paz. Pues vosotros me oiréis, y eligiréis de nuevo. Y con esa elección todo el mundo quedará liberado.
Gracias Padre, por estos santos seres que son mis hermanos, así como tus Hijos. La fe que tengo en ellos es tu propia fe. Estoy tan seguro de que vendrán a mi como tu estas de lo que ellos son, y de lo que serán eternamente. Ellos aceptaran el regalo que les ofrezco porque Tu me lo diste para ellos.
Cap.31 S.8
Diciembre 11
Tú eres un extraño aquí. Pero le perteneces a Aquel que te ama como Él se ama a Sí mismo. Sólo con que me pidas que te ayude a hacer rodar la piedra, ello se hará conforme a Su Voluntad. Hemos comenzado la jornada. Hace mucho tiempo que el final se escribió en las estrellas y se plasmó en los Cielos con un rayo de luz brillante que lo ha mantenido a salvo en la eternidad y a lo largo del tiempo, y que aún lo conserva inalterado, imperturbable e inmutable.
No tengas miedo. No hemos hecho más que reanudar una vieja jornada que comenzamos hace mucho tiempo, pero que aparenta ser nueva. Hemos reanudado nuestra jornada por la misma senda que estábamos recorriendo antes y en la que, por un tiempo, nos perdimos. Y ahora intentamos recorrería de nuevo. Nuestro nuevo comienzo posee la certeza que le había faltado a la jornada hasta ahora. Levanta la mirada y contempla Su Palabra entre las estrellas, donde Él ha escrito tu nombre junto con el Suyo. Levanta la mirada y halla tu infalible destino que el mundo quiere ocultar, pero que Dios quiere que veas.
Epilogo del Manual para maestros.
Diciembre 12
Soy el Hijo de Dios, pleno, sano e integro, resplandeciente en el reflejo de Su Amor. En mi Su creación se santifica y se le garantiza vida eterna. En mi el amor alcanza la perfección, el miedo es imposible y la dicha se establece sin opuestos. Soy el santo hogar de Dios Mismo. soy el Cielo donde Su Amor reside. Soy Su santa Impecabilidad Misma, pues en mi pureza reside la Suya Propia.
Diciembre 21
Tú tienes derecho a todo el universo, a la paz perfecta, a la completa absolución de todas las consecuencias del pecado, y a la vida eterna, gozosa y completa de cualquier modo, tal como la Voluntad de Dios dispuso que Su santo Hijo la tuviese. Ésta es la única justicia que el Cielo conoce y lo único que el Espíritu Santo trae a la tierra. Tu función especial te muestra que sólo la justicia perfecta puede prevalecer sobre ti. Y así, estás a salvo de cualquier forma de venganza. El mundo engaña, pero no puede reemplazar la justicia de Dios con su propia versión. Pues sólo el amor es justo y sólo él puede percibir lo que la justicia no puede sino concederle al Hijo de Dios. Deja que el amor decida, y nunca temas que, por no ser justo, te vayas a privar a ti mismo de lo que la justicia de Dios ha reservado para ti. Cap.25 S.8
Diciembre 20
Estira tu mano y mira lo fácilmente que se abre solo con tu intención de cruzarla. Los Ángeles alumbran el camino despejando toda oscuridad.
Hoy no puedes fracasar. Contigo va el Espíritu que el cielo te envío para que algún día pudieras aproximarte a esa puerta y con su ayuda, deslizarte sin esfuerzo más allá de ella hacia la luz. Hoy ha llegado ese día. Hoy Dios cumple su ancestral promesa a su santo hijo, como Su hijo recuerda la suya a Él.
Gracias por responder a tu llamada. –MT
(Librito de los 12 pasos y UCDM)
Diciembre 14
¿Qué no ibas a poder aceptar si supieses que todo cuanto sucede, todo acontecimiento, pasado, presente y por venir, es amorosamente planeado por Aquel cuyo único propósito es tu bien? Tal vez no hayas entendido bien Su plan, pues Él nunca podría ofrecerte dolor. Mas tus defensas no te dejaron ver Su amorosa bendición iluminando cada paso que jamás diste. Mientras hacías planes para la muerte, Él te conducía dulcemente hacia la vida eterna. L. 135
Diciembre 15
Hermano, éste es un día sagrado para el mundo. La visión que se te ha concedido, la cual procede de mucho más allá de todas las cosas del mundo, las contempla ahora bajo una nueva luz. Y lo que ves se convierte en la curación y salvación del mundo. Tanto lo valioso como lo insignificante se percibe y se reconoce tal como es. Y lo que es digno de tu amor recibe tu amor, y no queda nada que puedas temer.
Lec/ 164
Diciembre 16
NADA puede prevalecer contra un Hijo de Dios que encomienda su Espíritu en las manos de Su Padre. Haciendo esto, la mente despierta de su sueño, y el Alma recuerda a su Creador. Todo sentido de Separación desaparece, y la confusión de niveles se desvanece. El Hijo de Dios ES parte de la santa Trinidad, pero la Trinidad Misma es Una. No hay confusión entre SUS niveles, porque son de Una Mente y Una Voluntad. Este Propósito Individual crea una integración perfecta y establece (el reino de) la Paz de Dios.
Urtext
Diciembre 17
La Resurrección demostró que NADA puede destruir la verdad. El bien puede soportar CUALQUIER forma de maldad, porque la luz abole TODAS las formas de oscuridad. La Expiación es así la lección perfecta. Es la demostración final de que todas las otras lecciones que he enseñado son verdad.
Urtext
Diciembre 19
El Pensamiento que Dios abriga de ti no se ha visto afectado en modo alguno por tu olvido. Siempre será exactamente como era antes de que te olvidaras de él, como seguirá siendo
cuando lo recuerdes y como fue durante el lapso en que lo habías olvidado. Los Pensamientos de Dios están mucho más allá de cualquier posibilidad de cambio y su resplandor es eterno. No están esperando a nacer Sino a que se les dé la bienvenida y se les recuerde. El Pensamiento que Dios abriga de ti es como una estrella inmutable en un firmamento eterno. Se encuentra tan alto en el Cielo que aquellos que se encuentran fuera del Cielo no saben que está allí. No obstante, brillará por toda la eternidad sereno, puro y hermoso. En ningún momento ha dejado de estar allí, ni ha habido jamás un instante en que su luz se haya atenuado o haya perdido su perfección.
El que conoce al Padre conoce esta luz, pues Él es el eterno firmamento que la mantiene a salvo, por siempre elevada y firmemente anclada. La perfecta pureza de esa luz no depende de si se ve en la tierra o no. El firmamento la envuelve y la mantiene dulcemente en su perfecto lugar, el cual está tan lejos de la tierra como la tierra lo está del Cielo. No es la distancia ni el tiempo lo que hace que esta estrella sea invisible desde la tierra. Mas aquellos que andan en pos de ídolos no pueden saber que la estrella está. Más allá de todo ídolo se encuentra el Pensamiento que Dios abriga de ti. (T30.III/8-10)
Diciembre 13
Compartimos una sola vida porque tenemos una sola Fuente desde la que nos llega la perfección, la cual permanece por siempre en las santas mentes que Él creó perfectas. Somos ahora tal como siempre hemos sido y como seremos siempre. La mente que duerme no puede sino despertar, según ve su propia perfección reflejando al Señor de la Vida tan perfectamente que se funde con lo que allí se ve reflejado. Y ahora ya no es un simple reflejo, sino que se convierte en aquello que refleja y en la luz que hace que el reflejo sea posible. La visión deja ahora de ser necesaria. Pues una mente despierta es aquella que conoce su Fuente, su Ser y su Santidad.
Lec. 167
Diciembre 18
Si bien lo que se te ha concedido todavía se encuentra en su infancia, está en completa comunicación con Dios y contigo. En sus diminutas manos se encuentran, perfectamente a salvo, todos los milagros que has de obrar, y te los ofrece. El milagro de la vida es eterno, y aunque ha nacido en el tiempo, se le da sustento en la eternidad. Contempla a ese tierno infante, al que diste un lugar de reposo al perdonar a tu hermano, y ve en él la Voluntad de Dios. He aquí el bebé de Belén renacido. Y todo aquel que le dé abrigo lo seguirá, no a la cruz, sino a la resurrección y a la vida.
C. 19 S.4-C
Diciembre 25
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Las Luces del Cielo
La luz que os une brilla a través del universo,
y puesto que os une,
hace que seáis uno con vuestro Creador
(Haz clic en las estrellas)