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Sé mi enamorado

La vida en la tierra es una transacción, una negociación, un intento de establecer equidad, de llegar a un acuerdo donde no existe alguno. Lo más novedoso con respecto al amor es el acuerdo prenupcial, el cual es elaborado por un abogado, y donde todos pueden continuar aferrados a todas sus cosas, y compartir solamente algunas. ¿Qué tipo de relación dirías tú que es ésa?

(Viniendo de la audiencia) “¿Una transacción?”

Sí. Una transacción en la búsqueda de un resultado específico.

Hoy quiero mirar el Día de San Valentín. Así que esta charla va a ser sobre el amor. En estos días, he escuchado muchos comentarios acerca de lo que el amor es, lo que no es, lo que debería ser, y lo que parece ser. Estos comentarios que van desde "Dios es amor " a "el amor es un caniche francés." Y todas éstas expresiones, por cierto, son verdaderas pero limitadas, en cierto sentido, ya que Dios no se puede definir y el caniche sólo podría definirse utilizando como base lógica la comparación con un canus domesticus. "¿Qué fue éso? ¿Qué fue lo que él dijo?”

Finalmente, debemos amar de manera objetiva: Te amo por tus tobillos. Me encanta tu nariz. Me encanta tu pelo. Me encantan tus senos. Te quiero por tu intelecto. Te amo por tus logros artísticos. Te amo por la forma en que me haces sentir. Te amo por tu nuevo bote. Te quiero porque vamos a la misma iglesia. Te amo porque eres negro, azul o verde… Te amo porque compartimos muchas cosas que no nos gustan. Te amo porque de alguna manera vamos a pasar por el dilema de la tierra en nuestra búsqueda, y juntos podremos encontrar respuestas. Te quiero, porque mi padre me dijo que tenía que hacerlo. Te amo en desafío a mi cultura. Te amo por todas las pequeñas cosas que compartimos juntos. Te quiero a pesar de tus excentrisidades las cuales intentaré cambiar o tendré que aceptar. Increíble, ¿no?

¿Qué diablos es el amor? Yo te aseguro algo, el amor no es una forma de intercambio. Y el empezar con esa premisa, te va a ayudar mucho. He oído decir y me parece que bien dicho, que el amor es en última instancia dar. Así que tal vez antes de definir el amor, debamos definir lo que es dar. ¿Cuántas maneras de dar hay? Hay un tipo de dar que conozco que es un intercambio, en la que alguien que ama el dinero saca una pistola y te dice: "Me das tu dinero o tomo tu vida." Y tú le das tu dinero. Y, de hecho, éste es un acto de dar. Hay otro tipo de dar que dice: "Tenemos la obligación de darle a la tía Tilly un regalo de Navidad, con la esperanza de que nos recuerde al momento de preparar su testamento o de hacer un intercambio o para que nos dé un regalo", o "¿Y qué nos dio el año pasado ?” o “No gastamos tanto", o "No le vamos a dar nada; ella no nos dió nada." Hay una forma de dar que es aparentemente agradable en la que tú de buen corazón das algo que valoras mucho, y te sientes decepcionado cuando no es bien apreciado o cuando el regalo que recibes a cambio no se equipara al valor de lo que tú diste. Hay otro nivel de dar en el que das en total sacrificio. Tomas tu vida y la pones en el altar a la humanidad y lavas las heridas de los leprosos. Y entonces no intentas sanar el profundo dolor y las heridas existentes en tu corazón.

La clase de dar de la que hablamos, la cual está asociada y de hecho es amor, tal como se define en la terminología que estamos utilizando, es el dar con el absoluto reconocimiento de no necesitar ninguna recompensa, donde la mera idea de que algo viniera de vuelta como consecuencia de la extensión de lo que has dado como un regalo estaría fuera del marco de tu conciencia. De hecho, según trasciendes tus identidades limitadas, verás que al extenderte por medio de un regalo, recibes el amor que proviene de ser lo que eres.

Una de las cosas más difíciles de expresar a alguien en este camino es la idea de saber recibir. No puedes ser bueno dando, si no sabes recibir. El sentirte digno de aceptar cualquier regalo que se te ofrece con amor es parte del proceso que estás recorriendo para descubrir quién eres realmente.

Es difícil entender que lo que no dura para siempre no se puede dar . Estamos llegando a entender, en última instancia, que lo que entendemos por amor es creación. El amor es sólo la extensión o proyección de lo que tú crees ser. ¿Cuántas veces has dicho cuando das, "Este va a ser un regalo perfecto para el tío Juan. Se parece a él.” Al hacer ésto lo ubicas en una categoría en particular. Lo has clasificado. ¡Increíble!

La única cosa que puedes dar de manera final, absoluta y total, y aún así retener, es una idea. Una idea es la única cosa que cuanto más das, más tienes. Pero recuerda ésto, finalmente, sólo puedes ser una idea sobre de ti mismo. Y lo único que puedes presentarle a otra persona como regalo es lo que crees ser o lo que piensas que ellos son, lo cual es realmente la misma cosa. Porque lo que piensas que ellos son es sólo un reflejo de lo que piensas que eres, ¿no es así? ¿Entonces, cuánto realmente amas a aquel a quien le ofreces un regalo? Hay una gran cantidad de identidades, que debido a sus inseguridadades, son capaces de amar, siempre y cuando sea a la distancia. Podemos entonces establecer ídolos que estén fuera de nosotros y dotarlos de características o ideas que admiramos. Eventualmente nos fallarán, pero no pasa nada. Podemos conseguir otros nuevos, que podemos amar. Y finalmente rechazar.

He oído decir: “No sé lo qué es el amor, pero sé cuando estoy enamorado." ¿Entonces, es el amor una experiencia? Bueno, nos estamos acercando, ¿no? Sí, el amor es una experiencia. La creación es una experiencia. La creación, es finalmente, el regalo que recibes del Espíritu, de Dios, junto a tu capacidad de recibir. El único requisito que se te ha dado en esta tierra es poder recibir tu propia herencia en su totalidad, o el regalo de la libertad y el amor que ya son tuyos.

"Ah, ya sé que me quieres mucho, pero ¿cuánto en verdad me amas? ¿Quieres ser mi enamorado? ¿Qué tengo que hacer para ser tu enamorado? ¿Cuáles son los requisitos? ¿Cuánto tengo que dar a cambio?" La idea de que el amor no pida nada a cambio es muy difícil para una conciencia dual, porque todo en la tierra debido a la ilusión, está fundamentalmente basado en la reciprocidad. Piensas de una manera secuencial. Determinas todo lo que esperas obtener, en base a lo que previamente has obtenido. Y luego, se convierte en polvo. Entonces buscas otra cosa. Y eso se va. Luego buscas algo más. Y sigues buscando. La gente camina por la tierra diciendo: "Todo lo que quiero es un poco de amor. Todo lo que quiero es un poco de reconocimiento. Todo lo que quiero es simplemente alguien con quien compartir mi vida." ¿Esa soledad es real? Por supuesto que es real. Cuando encuentras ese amor que buscabas, ¿es el amor verdadero? Santo Dios, ¡es real! ¿Por qué no sería real, Hijo de Dios? ¿Crees que la esencia de los sentimientos que tienes dentro de ti no son reales? Claro que son reales.

El amor es amor. No hay nadie en esta sala que en algún lugar de su conciencia no haya tenido la experiencia de sentir un amor tan intenso, que no supieran qué hacer. ¿Estuviste alguna vez tan enamorado, que no podías soportarlo? Ni siquiera querías estar cerca del objeto de tu adoración. Querías simplemente dar un paso atrás y disfrutar de esa increíble aniquilación extática produciédose en tu sistema. Te levantabas de noche para caminar por la casa y poder ver la luz. Ese tipo de amor es patético. Inevitablemente, tus esperanzas de alguna manera se desvanecieron. Estuviste muy cerca y descubriste que ella no era todo lo que pensabas que era. Pero la naturaleza de la necesidad de amar procede de Dios. Por supuesto. ¿Qué otra cosa podría ser?

El Amor, en su expresión máxima en la tierra, es una expectativa. No se puede tener dicha duradera por las cosas logradas en la tierra. Estoy seguro de que la mayoría de ustedes son conscientes de ello, porque en ustedes hay una insatisfacción innata proveniente de la necesidad de terminar la búsqueda o de encontrar la verdad. Así que el amor es algo así como la búsqueda de tu otra mitad, ¿no? Sólo encuentras una mitad en ti. Sigues buscando la otra, sin saber que esa otra mitad reside en ti. ¿Quieres ser mi enamorado? Espero que seas mi enamorado de manera absoluta y completa. "Bueno, estoy dispuesto a ser tu enamorado hasta cierto punto."

Eso es lo que le dices a Dios, ¿no es así? Si Dios te dijera: "¿Quieres ser mi enamorado?" Le dirías: "Claro. ¿Cuáles son tus requisitos?" Él dice: "Bueno, uno de los requisitos, es que tienes que estar feliz todo el tiempo. Tienes que estar dichoso. Tienes que estar en éxtasis. Tienes que extender tu amor y ver sólo belleza. ¿Lo puedes hacer?" Y dices: "Bueno, ¿quién está preguntando? ¿Cómo sé que eres Dios realmente? ¿Cómo sé que realmente me puedes dar esas cosas?" Dios ni siquiera te oye cuando le pides algo, ¿verdad? Él ya sabe que lo tienes todo. Es asombroso. “No puedo darte otra cosa que no sea amor, mi cielo. Eso es lo único que tengo en grandes cantidades, mi vida.” Es increíble. Es una verdad más elevada. “Sí, pero me quieres de verdad o solo lo dices de la boca para afuera?” Increíble, ¿no? Esa es la clase de amor que motivará tu despertar. Con este tipo de amor todos ustedes se han topado, en el que sus ideas se desvanecen por no resultar ser lo que ustedes querían que la situación fuera.

A veces se te hace difícil entender que nada en este mundo va a llegar a ser finalmente de la forma como quieres que sea, con excepción de la muerte. Y en el proceso de aceptar la muerte, te has limitado a ti mismo a la idea del dolor, el asesinato, la codicia y todas las cosas que lo acompañan en la tierra. "Quiero que seas mi enamorado, pero no quiero que este otro vecino lo sepa, y tampoco quiero que éste otro sea mi enamorado, quiero que seas solamente tú." ¿Cuán pronto, siendo niños, se nos enseña a retraernos, ¿no es ésto lo que hacemos? Como parte de nuestro curso en supervivencia, se nos enseña a distinguir y a discriminar. Cuando yo era niño teníamos valentines de odio. Venían en paquetes pequeños, y decían cosas bien horribles. La gente se los enviaba de forma anónima a otras personas. Y éstos decían: "Te odio." Ahora no nos molestamos en hacer nada hacia aquellos que odiamos. Los odiamos excluyéndolos de nuestras vidas, de nuestras ideas.

Al fin y al cabo el problema radica, entonces, en saber recibir, en ser capaz de decir: "Bueno, lo tomaré." Porque si yo fuera a darte todo lo que pudieras pedir en esta tierra, nunca te podría satisfacer. Sabes perfectamente que no te saciarías, y es por eso que estás aquí. Has llegado a una etapa en la maduración de tu conciencia en la que has mirado y has visto que ibas a morir. Has visto la muerte, ¿no es así? Te das has dado cuenta que aquí todo muere. ¡GUAU!

"Bueno, si es cierto que hay que darlo todo, tal y como Jesús enseña en Un Curso De Milagros, con el fin de conservarlo, ¿qué me va a pasar si creo en éso y tomo todas mis cosas y las regalo?" Esa es una buena pregunta. "Es fácil para ti decirlo. Tú me dices que solamente extentienda mi amor y lo dé, pero después de todo, estoy aquí en la tierra. Tengo que comer. Tengo que tener una casa. Tengo que tener un auto. Tengo que subsistir. Tengo derecho a algunas cosas. Quiero poder enviar notitas de amor, tener personas que me quieran a cambio de mi amor. Tengo que hacer eso, ¿verdad? "

Llegar a conocer la verdad de ti es un proceso de transformación que no tiene nada que ver con lo que finalmente haces en la tierra.

La motivación de no hacer nada va a terminar exactamente en el mismo punto que la motivación de tratar de hacer todo. No hay diferencia alguna. Estás en esta tierra y has construido esta tierra debido a una identificación limitada del ser. Cuando descubras quién eres en realidad, ya la tierra no estará ahí. ¿Y éso tiene algo que ver con el amor? Sí, ésto tiene todo que ver con el amor. Porque mientras discrimines en tu mente entre lo que constituye la belleza, y el amor y lo que te parece deseable, estarás rechazando otros aspectos o ideas que tienes como menos piadosas o menos verdaderas o menos dignas de ser amadas. Y al rechazar estas cosas de tu conciencia, éstas no desaparecen. Se quedan contigo. Y son éstas las cosas que temes y de las que te defiendes.

Si el amor es real, y yo te aseguro que lo es; si Dios es un hecho, y te aseguro que lo es; si la verdad no requiere de tu opinión para ser verdad; y yo te aseguro que es así, no podría haber tal cosa como maldad, odio, necesidad, aniquilación, división, manipulación; necesidad de identificar, de perpetuar o de tener que defenderse. "¿Estás diciendo, entonces, que el amor no es activo? ¿Es el amor ágape? ¿El amor no es otra cosa que espíritu? ¿Es el amor algo que simplemente me motiva a irme al tope de una montaña para vivir una especie de samadhi, una especie de ideal etéreo?” Todo lo contrario, el amor es, el amor es - Amor. El amor es totalmente activo, sin objetividad alguna. ¿Cómo se puede expresar algo así? El amor es la crisis de la consciencia en el acto de culminarse. El amor es darse cuenta que uno es un extraño, es el reconocimiento de la soledad, de la profunda nostalgia, de la necesidad de realizarse completamente. Y entonces, ¿es activo? ¡Totalmente activo! ¿Crees que el amor de Dios por ti no es en última instancia, un estado de acción? Por supuesto que lo es, pero no una acción en la idea de reciprocidad, sino la acción en la verdad de sí mismo en el pleno reconocimiento de sí. ¿Crees que mi amor por ti es activo? Puedes apostar todo a que lo es. ¿Qué es? Es una extensión de mí. Qué es la creación en últimas si no una identificación de la belleza que se origina en el reconocimiento de la belleza del Ser o de la Fuente. ¡Oh! ¿Qué es lo que compartimos cuando pintamos corazones o escuchamos música? Participamos activamente en las energías o los rayos, o tejidos de la conciencia. Éso es lo que hacemos.

He visto muchísimas definiciones del amor que lo describen como algo claramente activo, donde la palabra amor tiene la misma connotación que fornicar, algo como, "Déjame amarte esta noche. No lo dejemos para mañana.” Eso es muy activo. Y desde ese punto de vista, por supuesto, el amor requiere un objeto, ¿no es así? Y luego, nuevamente, lo he visto expresado de una manera muy superficial, tal como lo hemos dicho, en la que alguien se sienta en un estado de, "No te me acerques mucho. Estoy enamorado. Amo solamente a Jesús, y no me importa nada más." Esta una idea asombrosa. ¿Quieres ver un amor que sea realmente objetivo? Mira algunas formas del cristianismo. "Yo amo a mi gurú, y le voy a ser infiel si me acerco a ti.” Esa es una idea extraña. Escúchame con atención con respecto al amor y sus objetos.

El amor no es en última instancia belleza, a pesar de que he oído que lo definen así. La belleza requiere percepción. El amor no requiere percepción alguna. De hecho, en la percepción no puede haber amor verdadero porque si hay grados de comparación, se involucran elementos de algo menos que amor y Dios nunca es algo menos. No hay nada secundario al amor. No puedo elegir amar algo y rechazar otra cosa. Eso no es amor; eso es odio. Ésto es difícil, ¿verdad?

Te encuentras con alguien por la calle, y le dices: "Te amo." ¿Qué va a decirte? "Bueno, ¿Qué te pasa, estás loco? ¿Qué quieres? Aquí tienes un dólar, ve y cómprate una taza de café. ¿Por qué me dices eso? ¿Qué quieres decir, cuando dices que me amas?" ¡Oh! Hoy miré tu mundo, y vi los intentos desesperados por los que pasan las identidades de karmas, los personajes, en sus intentos de comunicarse con otros. Ellos no se dan cuenta de cuán absolutamente inútil es éso. Ellos no se dan cuenta, de que en verdad - y esto aplica al amor - su adoración, literalmente, no existe excepto en su propia consciencia, a la que le han dotado de características que posteriormente tendrán que negar y rechazar. El hermano Jesús en el Curso de Milagros lo expresa de esta manera: Él dice que, tú literalmente, no puedes ver a tu hermano, quien está de pie a tu lado; y que si pudieras verlo por sólo un momento, verías inmediatamente que comparten una hermandad o unión en Cristo y morarían juntos en amor. Todo lo que ves, finalmente, es una copia de tu propia conciencia, de tus propios recuerdos. Quieres amar desesperadamente lo que está fuera de ti, pero debido a tus asociaciones de limitación o de culpa, has literalmente proyectado estas imágenes fuera de ti por odiarlas y rechazarlas, entonces, es inevitable que no puedas aceptar el amor proveniente de tus propias proyecciones. Por supuesto que no. ¿Cómo podrias? Lo mejor que puedes hacer es compartir con ellos tus ideas sobre la muerte.

A veces, el camino para encontrar esto de lo que estamos hablando nos parece riguroso y difícil. Leemos lo que dice el curso y yo honestamente enseño que tienes miedo a saber la verdad sobre ti. Si el amor intenta acercarse a ti de una manera auténtica, lo rechazas y te defiendes alejádolo de ti. ¿Qué crees que es el amor finalmente si no el Cristo - si el amor al fin y al cabo no es sino el hombre en Dios? Tú no quieres tener nada que ver con el hombre en Dios. Piensas que Él te obligaría a renunciar el ser limitado que has hecho de ti. Tienes mucho miedo de hacer éso. "Pongámonos de acuerdo, yo paso por alto lo que pienso que eres -más o menos- y tú pasas por alto lo que piensas que soy, y quizá podamos estar juntos hasta que la muerte nos separe." Y entonces me paro frente a ti y te digo no hay tal cosa como separación. Nunca estás solo y la verdad es que no puedes estar solo. En el proceso de descubrir eso, puedes tener muchísimos momentos de soledad, porque si no te hubieras sentido solo, ¿cómo podrias saber que hay tal cosa como una total falta de soledad? Lo mismo puede decirse entonces sobre cualquier experiencia que hayas tenido acumulada en tus bancos de memoria.

De hecho, todo lo que te ha ocurrido te ha traído a este punto en el tiempo y el espacio, donde estás en este momento, ¿no es así? ¿Existe algún otro lugar que quisieras estar más que aquí? ¿Hay algo mejor por ahí que puedas amar más que lo que tú eres ahora? ¿Qué es lo que estás buscando? ¿Qué es lo que esperas encontrar? Escúchame: no lo puedes encontrar aquí; no está aquí. No hay amor en la tierra. Finalmente, cuando llegas a experimentar en su totalidad el sentimiento de unión que se logra por medio de tu proceso de transformación, inmediatamente ves la falsedad de la tierra, y la irrealidad de todo lo que está a tu alrededor.

Yo no te quiero a pesar de las cosas que pienso de ti. Te quiero porque sé quién eres. Yo no te quiero debido a cualidades que te he adjudicado, ni debido a comparaciones que he hecho de ti con respecto a otras personas que aparentemente están fuera de ti en esta confusión. Tú no tienes comparación. ¿Podría el Hijo de Dios compararse con algo? ¿Con qué se pudiera comparar sino con Su Padre, el cual es igual a Él? No es que pienses demasiado acerca de ti mismo, finalmente es que no piensas demasiado por ti mismo. Te limitas, ¿verdad? Limitas tu capacidad de amar, por medio de tu incapacidad de aceptar la idea de que en ti está toda la esencia de la conciencia en el universo.

¿El universo podría amarse a sí mismo de manera total? ¿Qué otra cosa hace éste? ¡GUAU! Mira simplemente lo que es el amor realmente. Porque el amor aparentemente en la ilusión de separación pareciera que intentara sostenerse a sí mismo, y de hecho lo hace, pero ésto no hace que pierda sus características. ¿Acaso Dios no se sostiene a través de ti? Te digo en verdad que en última instancia no hay grados de divinidad, que el estado de ser, el dharma, la voluntad de Dios es la unidad y la singularidad; que este lápiz es tan santo como cualquier otra cosa en el universo. El universo no es la suma de sus partes. De la misma manera que mi amor por ti no es la suma de las distintas cualidades que tienes que hacen que yo llegue a la conclusión de tú ser adecuado para mí.

Qué bueno sería si finalmente te dieras cuenta de que en la tierra todo va a ser o totalmente adecuado o completamente inadecuado para ti. En ese caso habrías eliminado toda necesidad de juzgar y sólo amarías. ¡Guau! Entonces en últimas damos el único regalo de San Valentín que realmente puede darse, nos entregamos nosotros mismos. Y mientras me aferre a alguna parte de mi regalo, no te puedo amar por completo, ¿Podría? Así que te doy amor, y no te pido nada a cambio porque no hay nada que pudieras darme a cambio, porque es sólo a través del amor que te doy que puedo conservarlo y puedo ser amado.

¿Cómo podría yo amar si me colocara separado de algo, y permitiera que este algo esté fuera de mí? De hecho, el amor es activo y es creación. Cuando llegues a tu verdad final, Hijo de Dios, descubrirás que eres un creador. Ahora, aquí parado, frente a ti, estoy realmente creándote, ¿no es así? ¿No te das cuenta de que es el concepto que tienes de ti lo que motiva tu percepción? ¿Estás entonces, creando algo odioso? ¿Estás fabricando algo que no te gusta, de lo que quieres deshacerte? Qué raro. Jesús en el Curso te dice afectuosamente, protege todo lo que valoras compartiéndolo. ¡Oh! "Bueno, lo intenté y no funcionó. Salí y regalé un montón de cosas. Y no fue apreciado. El mundo sencillamente no es bueno, y no hay nada que yo pueda hacer al respecto, por lo tanto, me las arreglo como mejor pueda."

El proceso de entrega total, o de la entrega de ti mismo, en última instancia es un proceso de rendición o de usurpación – otra palabra para describirlo sería: muerte. Te estoy exponiendo a un proceso de muerte, y seguirás estando aquí al completarse. ¿No te parece asombroso? ¡Vaya! esa es una idea interesante. No hay muerte, hermano. Si hubiera tal cosa como muerte, ¿cómo podria haber amor? ¿Se trataría entonces de amar algo hasta que muera? Luego buscas otra cosa para amar y sigues confuso en tu lucha. Guau.

¿Entonces, dónde encuentras la unión? ¿Dónde encuentras esta verdad? En ti. Finalmente, el universo es solamente la idea que tienes sobre él. ¿Finalmente, cuánto amas? ¿Qué rechazaste hoy por encontrarlo no adecuado para ti? ¿Cuánto te protegiste hoy de tus proyecciones, tus ilusiones? La cualidad de ser misericordioso no se fuerza. Eso es muy bonito. Suena familiar. Está aquí todo el tiempo. ¿Recibes tus regalos de buen temple? Sé mi amor en esta ocasión. "No voy a darte un regalo para celebrar el amor esta vez. Te di uno el año pasado, y no me diste nada a cambio, y eso lo voy a recordar siempre.” Todos tus resentimientos, todo a lo que te aferras de un tiempo pasado; nada de eso es real. ¡Nada de eso en absoluto!

Por primera vez, y no quiere decir que piense en el tiempo como algo secuencial, pero en este tejido en particular o en este momento, estamos intentando enseñar sobre la "ilusión " (y tal vez esa es una palabra que usaremos en este sentido). La Expiación o el cambio de la mente o la resurrección son totalmente subjetivas, y dependen totalmente de ti para ocurrir, y no hay nada fuera de ti que vaya a hacer que sucedan. Esa es una idea muy difícil para ti ¿verdad? En últimas, la idea de que en tu estado de conciencia seas responsable de lograr la paz, la gloria, el cielo y la eliminación del dolor, es sumamente difícil para ti. Pero deténte y piensa por un momento. Si estás en un estado de conciencia, y yo te aseguro que lo estás porque lo estás diciendo, -me parece que tú piensas que eres tú, pero no me puedes decir quién eres- te va a resultar más sencillo aceptar la idea de la maduración, que tú estás despertando de un sueño, que estás regresando a un estado original. No hay nada absolutamente nuevo con esta idea. Es tan antigua como el hombre y siempre aparece como una revelación.

Voy a expresarte esto: Cualquier intento mío de enseñarte lo que me llegó por medio de una revelación va a ser una forma de corrupción. Te digo que hay citas en Un Curso de Milagros que son virtualmente idénticas a las del gran místico pagano Plotino del neo- platonismo, o del cristiano místico Meister Eckhart, o más directamente Meher Baba - Meher Baba tiene algunas citas en un curso en Milagros - o yo mismo. Finalmente, te va a empezar a ocurrir como intercesión directa de la conciencia manifestada a través de la escritura desde un nivel diferente de conciencia contenido en Un Curso de Milagros, que hay muchísimo más para ti de lo que te has permitido hasta este momento. Por amor de Dios. Es de éso de lo que estamos hablando aquí. Te parece un poco difícil entender que el único requisito que hay, es que llegues a la verdad. No existen otros requisitos. ¡Despierta! ¡Despierta! Tus creaciones están esperándote. La fisura en el tejido ha sido reparada. Tú estás soñando. Todo esto ya se acabó.

Es difícil sentir amor cuando alguien te está atacado, ¿no es cierto? Acabo de mirar el dilema de conciencia en el que hay personas que quieren amar y se encuentran en una comunidad en la que pareciera que estuvieran siedo atacados y mal interpretados constantemente. Se requiere un cierto esfuerzo, una determinación. Tal vez la palabra sea fe. Confianza. Comprometerse con la vida eterna o con la idea de que no haya muerte. Es imposible que fracases, así que mantente de buen ánimo.

¿Sabes una cosa? A medida que caminas más a lo largo de este camino, el rechazo no te molestará en lo más mínimo. Eso es duro. Es muy difícil enseñarle a un principiante ésto, sobre todo cuando llegan a un punto en el que se sienten muy sensibles, realmente quieren amar y no pueden entender por qué son rechazados y por qué hay tanta codicia y corrupción en la tierra. Y ahí, les digo: "Es que así es el mundo”, es difícil. Y siguen pensando que debe haber algo fuera de sí mismos que va a compadecerlos por la conclusion a la que han llegado sobre ellos mismos.

Por último, cuando te despiertes, descubrirás que eres absoluta y totalmente indiferente a lo que cualquiera diga en la tierra. ¿Por qué? Porque sabes que no es real. La intensidad con la que las identificaciones se protegen es una locura. Por supuesto. Voy a decirte una cosa sin embargo. En cuanto descubras la verdad por tí mismo, sin que haya ninguna diferencia para ti, empezarás a extender desde la verdad de lo que eres. Descubres que tú eres Yo. ¿Quién crees que está de pie aquí haciendo esto? ¿Qué crees que el hermano Jesús quiere decir finalmente cuando dice en el Curso de Milagros que Dios sólo tiene un Hijo? Con razón te amo tanto. Con razón te lo doy todo. ¿Por qué no habría de hacerlo? ¿Qué iba a retener? Nadie puede darse por completo, si tiene un sentimiento de carencia en sí mismo.

No puedes amar a nadie de manera absoluta hasta que no seas el amor mismo. Pero todos hemos tenido momentos hermosos. La luz de la luna que brilla en el lago, el ladrido de un perro en la distancia, el susurro del viento entre los pinos, el olor acre de la planta de mostaza en el prado; el mero descubrimiento de una pequeña flor silvestre que crece en una grieta de una roca, una gran cola de golondrina en el césped por la mañana, la increíble sensación de nostalgia solitaria cuando una antigua melodía suena en tu corazón. ¿Qué otra cosa puedes ser sino divino? Esos momentos en que te sientes completo, en éxtasis y sereno son parte de tu herencia. Ellos son lo que tú en verdad eres. Y así será para ti; así será cada momento en que tú lo permitas- no preparándote para mañana o para la próxima semana o el próximo año, en la continuación de una idea limitada acerca de ti mismo, sino entrando en este momento a lo que realmente eres, descubriendo por medio de tu rendición, de tu indefensión la invulnerabilidad del poder que eres.

La especie humana tiene un pacto que se ha cumplido y está esperando tu regreso para completar el Cielo. Ése es el único requisito. ¡Feliz Día de San Valentín! ¿Qué tan abierto estás a recibir? Cuán bien puedes darte cuenta de que es en el dar, y no en el objeto. A veces, se siente bien cuando alguien se esmera en hacer algo debido al amor que siente por ti – y yo te aseguro que eres amado- entonces miras al pensamiento que pasó por su mente cuando pensaban en qué hacer, cómo hacerlo o comprarlo, planificaron cuando dártelo, esperando que tú lo apreciaras. Ése es el comienzo, ¿verdad? Los que reciben desde la verdad son siempre muy humildes pues entienden que el que da, lo hace por amor. Todo esto es fascinante.

Acepto el regalo que me das, porque yo te reconozco como el Hijo de Dios. Te veo creándome en el regalo que me das. Y en mi aceptación de tu amor extiendo el mío hacia ti. Y de hecho no hay ninguna diferencia entre dar y recibir, nunca la pudo haber.

"Te doy a ti tal como me das a mí, amor verdadero, amor verdadero." ¡Cuán hermosas son las palabras que vienen de la mente humana. ¿De qué otro lugar en el universo podrían venir las palabras o ideas excepto de la mente del hombre? ¿Estás consciente de tu divinidad hoy? ¿Te has comportado como el Hijo de Dios hoy? Estoy enseñándote a hacer una revision al finalizar el día. Darle un rápido viztaso al día en tu mente y decir: "No me salió tan bien esta vez, pero espera, estoy perdonado?” Y una gran voz dirá , "Claro que sí, estás perdonado.” ¿Por qué no sales y no haces algunos errores que sean grandes? Te perdonaré ésos también. Pero recuerda esto: No me puedes engañar. Yo soy la verdad y te digo que no me puedes engañar. No tengo ninguna base. No voy finalmente a razonar contigo. ¿Qué quisieras esconderme? Yo te conozco. Cuando empieces a hacer ésto, tendrás una sensación de estar limpio. No es necesario que salgas y trates de reparar cosas que hayas hecho mal o hayas pensado que están mal. El perdón es del corazón. ¿Tienes entonces miedo de ir al altar y revelar lo que realmente piensas de ti mismo? Por supuesto que tienes miedo. Es por eso que estás aquí.

Dame la mano. Iremos juntos. Te llevaré allá arriba. Cuando lleguemos al final, te daré un empujoncito y te ayudaré a cruzar, y tu sueño se habrá terminado y despertarás en tu Hogar. Y dirás, "Oh, estaba soñando." Todos ustedes han tenido intensos sueños que les parecían muy reales y al despertar de repente se acuerdan muy bien de ellos. "Oh, estaba soñando." Esto es lo que te va a pasar cuando descubras la irrealidad de la tierra. Va a ser así mismo. Y tú dirás, "¡Oh!" Esto es lo que les está ocurriendo a muchos de ustedes ahora. Cuanto más se acercan a ésto, más les llega. Me parece que debemos tener un momento de silencio ahora.

Buenos días. Éste es otro día. De hecho, hace dos días fue el día de San Valentín, pero el día de San Valentín es todos los días que tú permitas que sea, aquel en el que das tu regalo ¿no es así? Alguien dijo que se sentía tonto, y de éso es de lo que vamos a hablar sólo por un momento aquí, porque cuando estás enamorado, actúas como un tonto, ¿verdad? En última instancia no hay nada práctico acerca del amor. En el momento en que haces al amor algo práctico, es como tratar de hacer que Dios fuera práctico. No hay absolutamente nada práctico acerca de Dios. ¿Cómo podría haberlo? Dios es totalmente impráctico. Todo lo que un genio finalmente enseña, o lo que un maestro en el reconocimiento enseña, va a parecer una tontería para el hombre natural, y esto incluye el amor o la idea del amor total. La idea de un amor total implica el abandono o el rendirse ante aquel al que adoras- la extensión de tu ser total hacia el objeto, la imagen o la percepción que dices amar.

No hay nada práctico, no hay base lógica en Dios, finalmente. Él es un fuego ardiente dentro de ti que necesita ser expresado. Eso es lo que haces, todo el día. Caminas por ahí, tratando de expresar esta alegría, esta increíble abundancia que hay en ti. ¿Entonces, qué es el amor? Bueno, hemos visto muchas cosas que no lo son. Obviamente, el amor nunca es una forma de intercambio en ningún sentido, ¿no? El amor nunca es objetivo; no puede serlo. El amor finalmente nunca es exclusivo, y no puede serlo. Así que hemos visto una gran cantidad de ideas sobre lo que el amor no es.

Entonces, ¿Qué es el amor? Acerquémonos un poco a lo que es. El Amor, obviamente, es una experiencia. Tu estás de acuerdo con eso. ¿Estarías de acuerdo conmigo entonces en que Dios es una experiencia? Como hemos llegado a un acuerdo fundamental de que Dios no se puede definir, de que la verdad no se puede limitar, que el amor sólo puede ser experimentado, ¿no deberíamos entonces interesarnos en experimentarlo? ¿Hasta qué punto en estos tres días que han pasado desde la última charla, has salido y has sido muy exclusivo en tus relaciones? Recuerda que sufres de una enfermedad fatal llamada PL: Percepción Limitada. Vas a morir a causa de ella. Vi en el periódico esta mañana que uno de los líderes de Rusia tiene una enfermedad terminal. Todo el mundo en la tierra padece de una enfermedad terminal. ¿Has pensado en ésto? Quiero decir, todo el mundo en la tierra esta obviamente enfermo. Ellos han reconocido, a través de su percepción limitada, la increíble y demente idea de un final. Así que, obviamente, ¿qué va a ocurrirles a ellos? Ellos van a tener un final. Y con ese final se irá su idea del amor, porque su idea del amor era limitante. Y al limitarse a sí mismos, han limitado su capacidad innata de crear, que es realmente todo lo que el amor es.

El amor es, finalmente, mi total reconocimiento de que tu eres mi invención y que por Dios, más vale que te ame. En la medida en que no te ame, obviamente, no puedo amarme a mí mismo. La mayor advertencia que un Cristo pudiera dar es: "Ama al Señor tu Dios con toda tu fuerza y a tu prójimo, o a tu amigo o tu hermano como a ti mismo." El cristianismo esotérico y aquellos que ha vuelto a nacer profesan lo contrario, no puedes amar a Cristo sin amar a tu hermano, y la idea de que pudieras es absurda. Esta es toda la base de lo que enseñamos en Un Curso de Milagros. Por supuesto que es mucho más fácil amar a Dios de lejos. Es más fácil amar, respetar, e idolatrar a un gurú envuelto en una sábana blanca que se sienta en el pico de la montaña, y puedes ir a visitarlo, pero no tienes que identificarte totalmente con él. Con tu hermano tienes que identificarte totalmente. Es por eso que hasta que encuentres al Cristo en ti o en tu hermano, nunca podrás encontrarlo a Él.

¿El amor, entonces, es una búsqueda? ¡Claro que sí! Ah. Es la deliciosa anticipación de la plenitud, ¿no es así? Expresiones como: "Yo soy amor" son muy ciertas. "El Padre y yo somos uno." "Yo soy el que soy." Por supuesto. Cuando has experimentado ese momento - y todos los aquí presentes tienen esos momentos de plenitud – éstas se mantienen permanentes en la conciencia como experiencias máximas. Enseñamos en verdad que cuando trasciendas o cambies tu mente o resucites o te salves o te ilumines, vas a vivir y extender desde ti un estado de éxtasis constante- no definiendo éxtasis como lo opuesto al dolor, sino como la verdad o el amor. ¿Lo han entendido? Ahí es que está todo. Lo cual es lo mismo que decir, cuando llegues a ese estado aceptarás todo completamente.

Hay un punto que quiero sacar a relucir aquí. Yo entiendo muy bien que en tus proyecciones, cuando ves algo hermoso, es porque lo has juzgarlo como más bonito que otra cosa. Este es un proceso inevitable. Luego de trascender, lo que experiementas es un amor total hacia ti mismo, o la acción de perdonarte a ti mismo, o la falta de culpabilidad, lo que te da un parámetro para juzgar todo y por consecuencia amarlo. Por ejemplo, cuando alguien te pregunta si te parece una víbora venenosa algo tan hermoso como un ramo de rosas te habla desde una posición donde hay una implicación de que la belleza no es en última instancia una cosa singular. Recuerda esto en términos de la conciencia: Todo es perfecto en sí mismo, excepto para ti. ¿Puedes oír esto? Tú eres el que está loco. ¿Crees que esa rosa no es perfecta en sí misma? ¿Crees que esa serpiente no está llena de un amor total hacia ella misma? ¡Por supuesto que lo está! La hoja de un árbol no es adorable por sí misma? ¿Y la roca no se mezcla con las moléculas que la identifican como granito? ¡Por supuesto que sí ! La roca sabe perfectamente bien quién es, y se siente plena. El que está fallando eres tú. Tú eres el que está dividido. Tú eres el que no sabe quién es. ¡GUAU! ¿Lo ven? Bien. Con razón enseñamos: Sé fiel a ti mismo. Si no puedes darte cuenta de eso, ¿cómo podrías ir fuera de ti mismo y encontrarlo? No, no puedes.

Ahora, la sutil diferencia que se produce en la conciencia si tú aceptas jerarquías es la siguiente: la roca sabe que es una piedra, pero no sabe que es lo que tú eres. Tú puedes saber que eres tú mismo y también la roca. Porque, de hecho, si no eres la roca, no eres nada, porque no hay nada fuera de la verdad, la cual es la totalidad. ¿Lo ves? Sólo hay un estado de conciencia. No hay nada más. Por eso es que sólo te puedes definir a tí mismo como " yo soy yo". No hay nada fuera de ti. Eres la roca. Eres la planta. Eres el atardecer. Eres la rica tierra de color café de donde vendrá nuestra cosecha. ¿Qué otra cosa pudieras ser? Y no quiero decir que te sientas como un árbol. Quiero decir eres un árbol. Hay una pequeña diferencia ahí. Sabes algo, la gente camina por ahí y cuando sienten esta energía de momento pueden ver un gran cerdo en su corral y pueden decir: "Oh , puedo sentir esa lechona hurgando en el barro. Me siento como si fuera yo la que lo hace." Y ésa es una gran verdad. O, le hablarás a los árboles, y sentirás que te contestan. Y eso es una cosa muy real. Después de tu trascendencia final no tienes ninguna identidad que te defina como algo separado del cerdo, de manera que no podrás identificar lo que ustedes tienen en común. Ja, Ja, Ja, cuánto quisiera poder expresar ésto. ¿Lo entiendes? Te conviertes en el árbol y en el cerdo. Y eso es realmente lo que es el amor, ¿no es así? Aquellos de ustedes que han experimentado una unión real por medio del coito, cuando se unen, no pueden notar diferencias entre sí. Por supuesto que no. Se han fusionado. No quiero decir que deban aparearse con un cerdo para poder identificar lo que tienen en común. ¡Perdón! Ves, todo el mundo trata de inmediato de salir y actuar dentro de su marco limitado de referencia. No. No, no. El amor no tiene nada que ver con lo que estoy hablando; el amor no tiene nada que ver con eso. Todas estas cosas son intentos de sostener una conciencia limitada.

El amor cuando se define desde la limitación lleva a cabo una auto-identificación para entonces intentar perpetuar un grado de conciencia. Eso es lo que es la supervivencia de los más aptos; eso es lo que es causa y efecto, ¿no es así? Cuando superas eso, ves que en verdad eres amor y nada más que eso. Esta es toda nuestra charla del Día de San Valentín sobre el amor. Entonces, ¿cómo te sientes hoy? ¿Te sientes capaz de ser amado? ¿Será posible sentirse no digno de ser amado por un momento y aún así estar en gracia? ¡Te apuesto a que sí! De hecho, sentirse no digno de ser amado es exactamente lo mismo que sentirte digno de ser amado. Esto no se puede enseñar. Lo intentaremos. En una etapa particular de la percepción, para poder sentirte digno de ser amado debes tener un momento de no serlo. ¿Lo ves? Me siento totalmente digno de ser amado, pero hace un momento no sentía que pudiera serlo. Cuando llegas a ser totalmente amoroso no puedes distinguir entre lo que no se puede amar y lo que sí se puede. Por supuesto, porque no lo puedes juzgar. Así es como sé que te amo totalmente. No te juzgo en absoluto. ¡GUAU! Esta idea sí que es bien elevada. Si entiendes esto vas a entender lo que enseñamos.

Mi amor por ti no puede deberse a tus cualidades. En mi mente en estado dual, pensar que mi capacidad de amar depende de una cualidad, va a conllevar una insinuación obvia de que hay algo que no es digno de ser amado, y eso es una falacia. Todo es digno de ser amado. Finalmente, llegas a saber que no hay grados de amor. Cuando llegues a saber éso, recordarás todo. Regresarás a tu postura creativa. Tal como dice Jesús en Un Curso de Milagros: Tus creaciones esperan tu regreso. ¿Por cuánto tiempo estuviste fuera? Sólo por un segundo. Te fuiste y has vuelto. Realmente no te has ido. En realidad nunca te fuiste. En realidad no has ido a ninguna parte. Esto es el Cielo. ¿A dónde irías? ¿A dónde puedes ir para encontrar amor? "Viajare a través del universo. Subiré a la montaña más alta, iré al valle más profundo en busca de mi amor verdadero.” Donde quiera que vas eres eso. Si te quedas aquí, estás en todas partes.

Creo que finalmente podemos decir que el amor, al igual que la verdad, como Dios y la compleción no se pueden describir, sino que simplemente son. Algo así como cuando estás en ello, que sabes que lo estás. Todo lo que realmente enseñamos finalmente es el amor eterno, porque todo lo que no es eterno no es real. Eso es lo que enseñamos. El miedo es la muerte. Si crees que puedes morir, no puedes amar. Simplemente te estarás compadeciendo. Estamos aquí para decirte que no puedes morir y que, finalmente, debes ser amor total. Eso es todo

Escúchame con atención. Vamos a añadir una palabra adicional a lo que el amor finalmente y realmente es: Esa palabra es: libertad.

Todo amor en la tierra te ata. Debido a tu estado limitado de conciencia, buscas protección en relaciones de amor y te atas a éstas por miedo. Así que lo que realmente logras es un amor en miedo o un amor en odio. Si quieres medir tu grado de amor por alguien que aparentemente está fuera de ti, juzga hasta qué punto lo has liberado. ¿Hasta que punto te aferras a ellos porque piensas que puedes tener amor en lugar de ser el amor mismo? La verdad más elevada que puedo ofrecerte es que no puedes tener nada, porque lo eres todo. Finalmente, no puedes lograr tener amor porque tú eres amor.

Si quieres lo que llamamos una relación de amor que funcione en la tierra y que sea absolutamente perfecta sin desviación y sin elementos que no sean ciertos, todo lo que necesitas hacer es entregarte a ésta totalmente. Cualquier cosa que pudiera llegar a faltar en lo que para ti sea una relación de amor es lo que no has dado tú. Punto. ¿Esto responde a tus preguntas sobre las relaciones, querido hermano? Por eso es que todas las relaciones de amor en la tierra son transacciones, ¿no es cierto? Tú no te conoces a tí mismo, y el otro no se conoce a sí mismo tampoco, entonces se juntan y no se conocen estando juntos. ¿Qué tan cerca está el amor al odio en la tierra? Justo al lado de él. ¿Qué tan cerca está el amor al miedo en la tierra? Justo al lado de él. ¿Qué tan cerca está la vida a la muerte? Aquí mismo, hermano. Amén. Gracias.

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